La discapacidad intelectual es una condición que afecta cómo ciertas personas realizan actividades en las que interviene la competencia cognitiva, el autocuidado y la comunicación. Una persona, niño o adulto, que tiene una discapacidad intelectual debe afrontar diversos desafíos en su vida diaria, incluyendo el desarrollo de habilidades intelectuales y sociales.
Lo mucho o poco que puede afectar la discapacidad intelectual a una persona depende en gran medida de su entorno y el apoyo que recibe de sus familiares y allegados. Es importante no asociarla con la pérdida de autonomía, sino con un modo distinto de realizar tareas que para otras personas sin discapacidad resultan más sencillas o incluso rutinarias.
Por esto se hace muy necesaria la creación de más espacios inclusivos que permitan a las personas con discapacidad cognitiva desarrollar todo su potencial y hacerse con habilidades necesarias para alcanzar su independencia y autonomía.
El diagnóstico de la discapacidad intelectual
Las causas de la discapacidad intelectual pueden ser muy variadas. Condiciones que surgen durante la gestación, el parto o enfermedades que se desarrollan durante la infancia. Y es precisamente durante esta etapa temprana que se realiza su diagnóstico.
Esta puede ser leve, moderada, a grave, incluyendo varias limitaciones que hacen que la persona necesite mucho apoyo para realizar distintas tareas básicas como comer, asearse o alimentarse.
No obstante, una gran cantidad de personas con discapacidad son totalmente autónomas y aprenden a manejarse en su vida diaria y lograr grandes metas que pocas personas consiguen, incluso sin tener una discapacidad. Ejemplo de ello son todos los atletas que participan en los eventos organizados por Olimpiadas Especiales.
Por esto, es muy importante hacer énfasis en que la discapacidad intelectual no debe entenderse o confundirse con una enfermedad mental. Las personas que viven con estas limitaciones son como cualquier otra, con personalidad propia, gustos, intereses y con una percepción propia del mundo.
Causas de la discapacidad intelectual
Las causas pueden ser muchas, cómo dijimos anteriormente, y son los médicos los que pueden determinar cuál es la discapacidad y las implicaciones que podría tener en la vida diaria de una persona.
- Síndrome del cromosoma X frágil: es una enfermedad genética que causa discapacidad intelectual afectando la capacidad cognitiva y el aprendizaje, también el comportamiento.
- Autismo: es una condición neurológica que no afecta el aprendizaje, pero sí la capacidad de comunicarse y desarrollar competencias o habilidades sociales. En los casos más graves provoca abstracción e incapacidad para hablar.
- Síndrome de Down: esta enfermedad la causa una copia extra del cromosoma número 21. Este cromosoma adicional provoca distintas limitaciones físicas y cognitivas.
Si bien estás son algunas de las causas más comunes, muchas otras siguen siendo desconocidas. El apoyo médico y de especialistas es indispensable para ayudar a las personas a vivir con la discapacidad intelectual y hacer de ella una fortaleza o motivo de superación. La atención sanitaria, el deporte y la formación son claves para ganar autonomía.
Los Foros de Familia y Salud de Olimpiadas Especiales ofrecen un espacio para que las familias y los cuidadores de las personas con discapacidad intelectual se relacionen con los profesionales de la salud, los líderes de la comunidad y los proveedores de servicios sociales. Los Foros presentan a las nuevas familias a Olimpiadas Especiales y a los servicios que se prestan a través de programas comunitarios para personas con discapacidad intelectual, centrándose especialmente en mejorar el acceso a la atención de salud, la educación y las actividades inclusivas.
La discapacidad y su relación con el entorno
El ambiente puede hacer que las limitaciones de una persona con discapacidad sean más o menos difíciles de sobrellevar. Los entornos inclusivos, tolerantes y respetuosos permiten que una discapacidad, intelectual o física, no sea motivo para que una persona no tenga una vida plena.
En cambio, cuando el ambiente impone barreras adicionales, la discapacidad será más complicada y tendrá un impacto negativo en la calidad de vida del individuo. No podemos perder de vista que esta condición acompañará a la persona toda su vida; aprender a gestionarla y adaptarse es primordial, y un entorno que no permite o dificulta esto tendrá repercusiones sobre el desarrollo y la vida de la persona.
Por todo lo anterior, en las Olimpiadas Especiales no sólo promovemos el deporte como un medio de superación, tolerancia y respeto; también capacitamos a los atletas y apoyamos a familias para que las comunidades prosperen a partir del respeto, la inclusión, la tolerancia y compasión.
Nuestro trabajo en Olimpiadas Especiales va mucho más allá de los eventos deportivos. Impulsamos un cambio social que permite la plena participación de las personas con discapacidad intelectual en la sociedad que habita, y con nuestros programas de Liderazgo de Atletas, preparamos a las personas con discapacidad intelectual para ser líderes dentro y fuera del campo de juego, incluyendo en sus escuelas, lugares de trabajo, comunidades y hasta el hogar.
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