Hoy, en el Día Internacional de la Juventud, quiero hablar de acción. No de promesas, sino de lo que sucede cuando confiamos en las y los jóvenes, les damos espacio y los escuchamos: la transformación ocurre.
En Special Olympics, la juventud no solo participa; lidera. Este año damos la bienvenida al Consejo Global de Liderazgo Juvenil 2025–2027, formado por 16 jóvenes —ocho parejas unificadas, con y sin discapacidad intelectual— de ocho paises que representan a las regiones de Special Olympics. Me llena de orgullo que entre ellos estén representantes de Chile y Paraguay, llevando la voz de Latinoamérica al escenario global, especialmente ahora que Chile será sede de los próximos Juegos Mundiales 2027.

También celebramos y agradecemos a los jóvenes de México y El Salvador, que durante dos años demostraron que sus voces pueden abrir caminos durane la pasada edición de nuestro Consejo Global.
Este Consejo es más que un grupo: es motor de cambio. Durante dos años, guiarán proyectos globales, impulsarán iniciativas locales, colaborarán con líderes de todo el mundo y darán forma a la Cumbre Global de Liderazgo Juvenil en el 2027. Su impacto se verá en canchas, escuelas, comunidades y mesas donde se toman decisiones clave para la inclusión.
En nuestra región lo vemos todos los días: jóvenes líderes unificados están construyendo comunidades más justas, rompiendo barreras visibles e invisibles y demostrando que “imposible” es solo una palabra.
El liderazgo juvenil unificado —construido de la mano entre jóvenes con y sin discapacidad intelectual— no solo crea inclusión: la hace sostenible. Y nos recuerda que la empatía es nuestra mejor estrategia.
Hoy, mi invitación es a escuchar estas voces con atención y respeto. Apoyemos su liderazgo. Multipliquemos sus oportunidades.
En Special Olympics Latinoamérica celebramos a este Consejo y a cada joven que, con coraje y convicción, trabaja por el respeto, la igualdad y las oportunidades para todos. Sigamos creando espacios donde cada joven, con diversas capacidades, pueda liderar, inspirar y construir un futuro donde los derechos de todas las personas sean respetados.
Porque el liderazgo no conoce fronteras. Y la juventud, cuando se le empodera, no tiene límites.