El deporte inclusivo es aquel que puede ser practicado y disfrutado por personas con o sin discapacidad sea intelectual o física, acomodándose a las posibilidades, destrezas o capacidades de los participantes, manteniendo el objetivo de la disciplina deportiva y no dando espacio al rechazo.
Para ello, se puede hacer una modificación de las reglas, herramientas o instrumentos necesarios para que la actividad transcurra de manera justa y equitativa. Este es el tipo de enfoque que defendemos y promovemos desde Olimpiadas Especiales para que todos los atletas puedan dar lo mejor de sí.
Los beneficios del deporte inclusivo son muchos, empezando por aquellos derivados de la actividad física y otros relacionados con la concientización de las comunidades y la práctica de la inclusión.
Desarrollo de destrezas físicas y mentales
El deporte favorece el desarrollo de la coordinación y el equilibrio. Favorece el fortalecimiento de músculos y de la estructura ósea, mejora la circulación y, en general, permite ganar resistencia, fuerza, flexibilidad y da una grata sensación de bienestar.
Los atletas con discapacidad intelectual pueden presentar dificultades motoras que el deporte puede disminuir y les ofrece un medio saludable para lidiar con el estrés, la ansiedad y calmar las emociones adversas.
Pero no solo se trata del cuerpo; el deporte inclusivo hace a la mente más aguda y disciplinada, le da la capacidad de tomar decisiones con rapidez y mantenerse concentrada en momentos de mucha presión.
Competiciones que estrechan lazos y crean tolerancia
Los eventos que organizamos en Olimpiadas Especiales llevan a los atletas a competiciones donde se combinan varios factores como la cooperación, la diversión y el entendimiento. En estos escenarios promovemos bienestar físico, emocional y también social, a partir de estos otros beneficios:
- Se mejora la actitud de quienes no tienen discapacidad intelectual hacia los compañeros y atletas que sí la tienen.
- El diálogo entre los atletas crece a partir de interacciones respetuosas y positivas.
- Los atletas con discapacidad intelectual elevan su autoestima, su voluntad y su sentido de pertenencia a su equipo deportivo.
El deporte inclusivo y los beneficios psicológicos
Para muchas personas con discapacidad intelectual, el ejercicio es la vía para la auto superación, el reconocimiento del valor propio, el desarrollo de la autoestima y el cuidado de sí mismos. Cuando la práctica deportiva se lleva a cabo desde un enfoque inclusivo, también se ayuda a que las personas sin discapacidad comprendan el verdadero sentido de la amistad y la responsabilidad.
Beneficios sociales
El impacto en las comunidades que tiene la inclusión a través del deporte es de gran relevancia para la creación de sociedades más sanas, tolerantes y justas. Esto se logra impulsando aspectos como:
- Concientización: el deporte inclusivo normaliza las diferencias entre las personas, elimina los estereotipos y promueve un cambio de perspectiva dando paso a una imagen más completa de la sociedad con todas sus particularidades.
- Respeto a los derechos: en el ámbito deportivo todos los participantes tienen sus derechos propios y se les respeta, lo que facilita extrapolar esta toma de conciencia a otras esferas fuera del campo de juego. Esto a su vez incentiva la aparición de más oportunidades de desarrollo para las personas con discapacidad.
- Educación en tolerancia y empatía: finalmente, las sociedades se vuelven más tolerantes con las personas que tienen una manera diferente de relacionarse, comunicarse o realizar muchas de las tareas cotidianas. A través del deporte se aprende que esas diferencias enriquecen las relaciones humanas.
Desde Olimpiadas Especiales contribuimos diariamente a mejorar la calidad de vida de todos nuestros atletas usando el deporte como la clave para el bienestar social y la inclusión en todos los niveles.