El primer gran evento de lo que ahora conocemos como Olimpiadas Especiales tuvo lugar el 20 de julio de 1968 , en el estadio Soldier Field de Chicago, Illinois.
Hasta ese momento, nadie había presenciado un evento de competencias deportivas para jóvenes con discapacidad intelectual de esa magnitud. Era algo impensable. Y es porque, hasta ese momento, las personas con discapacidad intelectual vivían en las sombras---marginalizados por sus familias y comunidades, aisladas, alejados o “protegidos”, encerrados en hogares o institutos.
No tenían la oportunidad de ir a la escuela. O de trabajar, o jugar. No eran considerados parte de la comunidad. Y nadie se habría imaginado siquiera de que era un segmento de la población que podría practicar disciplinas deportivas, y beneficiarse con todo lo que aportan a la socialización, salud y autoestima, entre muchas otras cosas.
Pero eso era justamente lo que proponía, y por lo que venía luchando, nuestra fundadora Eunice Kennedy Shriver---brindar espacios seguros para que personas con discapacidad intelectual, olvidados por la sociedad, puedan disfrutar juntos de la alegría del deporte, y no sólo crecer, sino florecer.
Han pasado 55 años desde ese primer encuentro en Chicago. Alrededor de siete mil atletas de Olimpiadas Especiales, provenientes de 190 países en el mundo, acaban de regresar de compartir, y competir, en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales Berlín 2023 , la celebración deportiva de la inclusión más grande del mundo, que en su 16ava edición, rompió todo tipo de récords mundiales.
En 5 décadas, hemos visto el progreso ganado en el campo de la inclusión de las personas con discapacidad intelectual; hemos visto, de primera mano, los beneficios que los deportes traen a la salud, autoestima y vida social de nuestros atletas, y esto nos ha hecho crecer y estar involucrados en áreas que van más allá del campo de juego.
Trabajamos junto a universidades, hospitales, estudiantes y profesionales de la salud para fomentar la Salud Inclusiva , y así brindar servicios de salud de calidad a personas con discapacidad intelectual.
Colaboramos con escuelas, universidades y centros educativos para mostrar, tanto a docentes como a estudiantes, todos los beneficios y el poder de jugar, estudiar y vivir de manera unificada---es decir, en entornos en donde niños y jóvenes con y sin discapacidad puedan crecer y aprender juntos.
Y a través de capacitaciones y cursos, preparamos a nuestros atletas a ser líderes , dentro y fuera del campo de juego. Desarrollan habilidades transferibles a entornos educativos o laborales, facilitando la consecución de roles significativos. Al mismo tiempo, mostramos a líderes sin discapacidad intelectual sobre el enorme potencial de la inclusión, creando mayores y mejores oportunidades educativas y profesionales para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
¿Y en los siguientes 55 años?
Emanuelle “Manu” Dutra de Souza, Atleta Líder de Olimpiadas Especiales Brasil y Mensajera Global de Olimpiadas Especiales para América Latina, lo resumió muy bien: “No quiero hablar de inclusión por el resto de mi vida. Tampoco quiero que la próxima generación tenga que hablar sobre inclusión. Lo que quiero es que todos nosotros podamos realmente vivir la inclusión. Y la única manera de lograrlo es si todos tomamos acciones hoy para ser más inclusivos. No queremos ser tratados diferente, queremos ser tratados con respeto y empatía y con las mismas oportunidades”.
Eunice estaría orgullosa. Y Manu tiene razón: el cambio llega sólo al tomar acción. Nada de lo que se ha logrado en estos 55 años ha sido regalado. Se ha ganado con el esfuerzo y el compromiso de atletas, familias, voluntarios, entrenadores y aliados. Con tu apoyo.
Únete a nuestra Revolución de la Inclusión . Veamos lo que podemos lograr, juntos.